jueves, 4 de agosto de 2011

El dolor. Hasta el final ! ! !

A veces es un dolor punzante, que atraviesa el pecho de parte a parte, del este al oeste. Otras veces es sordo, callado, constante y enloquecedor.
   El dolor nos transforma. Dejamos de ser quienes somos y barre nuestra historia con escoba de hierro. Lo destroza todo: pasado que se olvida, presente que es todo dolor, y un futuro que nunca llega.
   El dolor no tiene fin. Hasta que éste llega. Y es un alivio. Una hermosa tranquilidad. El norte toma su lugar y el sur, detrás, lleno de sol y alegría.
   Tengo dolor.
   Tengo dolor.
   Y recuerdo lo que pude ser y no he sido. Y evoco aquel que fui y se ha perdido.
   Nada permanece inalterable. Nada, hasta el final.
   Todo se transforma: es energía. Hasta el final.
   No siento ni padezco. Estoy suspendido en una burbuja que parece aire. Parece. Pero es muy pesada. Puede que sea de plomo.
   Plomo. Plúmbeo. Como mi corazón.
   Y duele.
   Hasta que pasa. Porque todo pasa. Y estás tú.
   Al final estás tú curándome las heridas, calmando el dolor, haciéndome ligero como la espuma.
   Eres mi premio, mi meta.
   Pero, mientras llegas, debo esperar con dolor y soledad, hasta el final.
   Hasta el final: tú.

Posdata.: Quien ha escrito estas palabras . . .?   Un beso

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